Algunas ideas sencillas para que tu maleta sea más respetuosa con el medioambiente
¿Te preocupa la salud del Planeta y no quieres que estar de viaje se convierta en una excusa para no ser sostenible? Aquí tienes una serie de ideas para lograr que tu equipaje sea zero waste y más respetuoso con el medioambiente.

En realidad, todos estos consejos son ideas también aplicables a la vida diaria. De hecho, yo las incorporé a mis viajes porque ya formaban parte de mi rutina en el día a día, así que ¡no tenía sentido prescindir de ellas cuando estaba en ruta!
Pero si nos centramos más en tratar de hacer una maleta más verde, hay una primera regla que deberíamos tener siempre en cuenta. La primera idea que debemos grabar a fuego en nuestra mente para que nuestro equipaje sea más sostenible es pensar que cuanto más pese nuestra mochila, más combustible se empleará para transportarla. Así que, para reducir nuestra huella de carbono, ¡es fundamental reducir el peso de nuestra mochila y olvidarnos de los porsiacasos! Antes de salir piensa bien qué necesitas, elige ropa que combine entre sí para poder llevar menos y disfruta de un equipaje minimalista.
Un neceser más sostenible con el medioambiente
Una vez que tenemos claro que reducir nuestra maleta es el paso número uno, vamos a ver qué meter dentro para ser más ecológicos.
Comencemos por la bolsa de aseo, uno de los imprescindibles en el viaje y uno de los sitios donde podemos hacer algunos cambios de manera fácil.
La idea básica es prescindir de los envases y así estaremos ahorrando plástico. Porque sí, lo podemos echar a los contenedores de reciclaje, pero el porcentaje de este plástico que realmente se recicla es minúsculo. Y ya sabemos dónde acaba al final. Así que una de nuestras máximas (en el viaje como en la vida diaria) debería ser reducir la cantidad de plástico que usamos y así estaremos limitando también su producción.
Dicho esto, vamos a ver las alternativas que tenemos para montar nuestro neceser de viaje sostenible.
Jabón y champú sólidos
Hoy día ya hay muchas marcas que ofrecen una versión sólida de los productos para el cuidado y la higiene corporal y del cabello, ya sea gel, champú o acondicionador. ¡Hasta pasta de dientes o serum facial he usado en pastillas y me han dado un resultado estupendo!
Ya es fácil encontrarlos online, como este champú-acondicionador, que encima huele genial. Pero, mejor aún, es fácil que en tu ciudad exista algún comercio donde los produzcan ellos mismos. En Sevilla, por ejemplo, tenemos Las Manitas de Lola, que tiene una variedad increíble de productos de higiene en formato sólido. (¡Prometo que no me llevo nada por mencionarla aquí, lo hago solo porque verdaderamente me encanta lo que hace!).
Pero lo mejor de esta alternativa cuando estamos viajando es que nos libramos también de líquidos o geles que suelen suponer un incordio al pasar por los controles de seguridad del aeropuerto.
Con la versión sólida de estos productos no solo convertimos nuestra maleta en más sostenible, sino que agilizamos nuestro embarque y nos facilitamos el viaje. 🙂 ¡Dos pájaros de un tiro!

Desodorante de piedra de alumbre
La piedra de alumbre es un desodorante natural a base de sales de origen mineral, así que está libre de químicos. Vamos, hablando mal y pronto, es un trozo de piedra que refriegas por la piel y tendrá cierto efecto desodorante y antitranspirante.
Hay a quien no le funciona del todo bien, pero a mí me va genial. Es ecológico, no irrita la piel y es respetuoso con el medio ambiente. Por no hablar de lo sumamente económico que es. ¡El que tengo ahora ya me dura más de siete años!
Basta con humedecer un poco la piedra y pasarla por las axilas o los pies y ¡listo!
Podrás encontrarlo como la piedra en bruto o en forma de barrita, más parecido a un desodorante al uso. Este último formato sí suele venir en un envase de plástico, pero pasará tanto tiempo hasta que tengas que comprar la siguiente piedra que aun así estarás reduciendo muchísimo tu uso de plásticos.
Copa menstrual
Ya he hablado en otras ocasiones de la copa menstrual porque me parece un invento fabuloso. Es una alternativa a los tampones y compresas mucho más cómoda, económica y sostenible, ya que una copa dura aproximadamente unos diez años.
Se trata de una opción súper ecológica que, además de evitar muchos desechos, te ahorrará quebraderos de cabeza cuando estés de viaje si en tu destino es complicado encontrar artículos para la higiene íntima.
Si no la has probado, de verdad te lo digo, ¡dale una oportunidad!
Protector solar
También merece la pena prestar atención al protector solar que usamos, para que sea respetuoso con los ecosistemas marinos y con nuestra propia piel. Para ello debemos fijarnos en que no contenga filtros químicos perjudiciales tanto para el medio ambiente como para nuestra salud, como la oxibenzona y el octinoxate, aunque estos pueden venir enmascarados bajo otros nombres.
Tendremos que buscar protectores solares naturales certificados, libres de esos componentes. La mejor opción son aquellos con filtros minerales no nanoparticulados, como el óxido de zinc, que forma una película en la piel que refleja los rayos solares.
Hay que prestar atención a la hora de comprar el protector, pero merece la pena para proteger nuestros océanos (y nuestra salud). Por suerte, ya es posible encontrar en el mercado algunas alternativas no envasadas en plástico, naturales, sin nanopartículas y hechas en España, como Sol de Ibiza o Matarrania.
Foto: Sol de Ibiza
Respetuosos con el medio ambiente a la hora de comer
Uno de los momentos del día en los que yo al menos notaba que era poco sostenible cuando estaba en ruta era la hora de las comidas. De viaje se come mucho más fuera y eso acaba generando muchos más residuos. Por eso empecé a incluir los siguientes artículos en mi maleta.
Fiambrera plegable
Para ahorrar algo de dinero es frecuente que me prepare algo para comer en ruta mientras estoy de viaje y para eso llevo siempre conmigo una fiambrera. Pero además, si compras comida para llevar, o si estás almorzando en un restaurante y quieres que te empaqueten lo que te ha sobrado para zampártelo en la cena, llevar preparado el tupper para que te lo puedan llenar es uno de los básicos a la hora de hacer una maleta más sostenible.
A veces igual te miran con cara rara cuando pones tu recipiente en el mostrador para que te lo rellenen, pero… ¿qué más te da? Es cuestión de ir educando y creando la costumbre. Seguro que poco a poco cada vez se convierte en algo más habitual.
Yo, desde luego, ya no salgo de viaje sin mi tupper. Eso sí, mucho mejor si es plegable para que no ocupe mucho espacio cuando lo tenemos vacío. Si no, al menos, pese poco, ya que la vas a llevar siempre en el equipaje. ¡Y revisa que cierre herméticamente para no llevarte una sorpresa desagradable cuando lo saques de la mochila!
Foto: Amazon
Cuchador
Como complemento perfecto a la fiambrera plegable para tus comidas fuera de casa te propongo mi también amadísimo spork, o cuchador, para evitar recurrir a los cubiertos de plástico en nuestras comidas para llevar.
El cuchador sirve tanto de cuchara como de tenedor y está hecho de un material que se limpia muy fácilmente. Además, estéticamente a mí me parece súper chulo, así que es otro de los fijos en mi mochila de viaje sostenible.
¡Otro pasito más hacia un viaje más cuidadoso con el medioambiente!
Botella de agua rellenable
Completamos el kit de la comida sostenible con la botella para rellenar agua. ¡Es un básico, también para ahorrar dinero! En lugar de ir comprando botellas de agua por ahí, hay muchísimos lugares en los que puedes rellenar directamente del grifo. Y, si esta no es potable, tal vez puedas comprar una garrafa, que siempre es más barato y más ecológico que comprar muchos envases pequeños.
Cualquier botella rellenable que tengas y te guste estará bien, pero mi última adquisición ha sido esta botella plegable, para ahorrar espacio cuando la llevo vacía, por ejemplo, para pasar los controles del aeropuerto.
Foto: Amazon
La compra, también verde estando de viaje
Bolsa para la compra para un equipaje sostenible
Si siempre la tengo conmigo cuando estoy en casa, ¿por qué no también cuando voy de viaje?
Cuando estoy en España en mi bolso hay de manera perenne una bolsa de tela plegable. En cualquier momento puedo necesitar comprar algo y no quiero que me cobren por una de plástico pero, más importante, no quiero hacer uso de una bolsa que solo voy a utilizar unos cuantos minutos (sí, por más que la reutilice en más de una ocasión o que la ponga como bolsa de la basura, su vida es muy corta).
Por fortuna, creo que ya nos hemos acostumbrado a esto, pero es verdad que a veces se nos olvida cuando salimos de viaje o de excursión.
Yo siempre meto en mi mochila una de estas bolsas de tela, tipo tote bag, y también una mochilita plegable súper apañada, que utilizo cada dos por tres cuando estoy de viaje.

Viajes sostenibles, más allá del equipaje
Además Para finalizar, deberíamos tener en cuenta una serie de consejos de sostenibilidad que van más allá de la maleta y que nos convertirán en viajeros más comprometidos con el medioambiente.
Sostenibles en el hotel
Cuando nos alojemos en un hotel un gesto que puede suponer un cambio es pedir que no nos cambien las toallas si aún están limpias (¿o es que en casa las cambias todos los días?).
De igual manera, intenta no hacer uso de los botecitos que te ponen de gel y de champú, ya que suponen una cantidad enorme de plástico. ¡Y no te recrees en la ducha! Cinco minutos valen para salir reluciente y habrás ahorrado mucha agua. 😉
Finalmente, otra recomendación a tener en cuenta en el hotel será dejar siempre apagada la calefacción o el aire acondicionado mientras no estemos en la habitación.

Algunos hábitos más para ser un viajero responsable
Más allá del hotel, sigue habiendo otras ideas que podemos poner en práctica para que nuestros viajes tengan el menor impacto medioambiental posible. (Y si te das cuenta, muchos de ellos podríamos y deberíamos tenerlos siempre presente, no solo cuando estamos de viaje).
♦ Por ejemplo, haz la facturación online y no imprimas las tarjetas de embarque ni las reservas de los hoteles. Hoy día ya es fácil almacenar toda esta documentación en el móvil y así estaremos ahorrando papel.
♦ Trata también de consumir, como cuando estás en casa, productos locales. Así reduces tu huella de carbono, apoyas a las comunidades locales y entras más en contacto con los productos autóctonos. ¡Son todo ventajas!
♦ Y por último algo tan obvio como pasado por alto algunas veces: en la medida de lo posible, elige la opción de transporte más respetuosa con el medioambiente.
Todos sabemos ya cuánto contamina un avión, por lo que te invito a emplear un transporte más ecológico cuando haya ocasión. Por ejemplo, habrá veces en las que puedas optar por el tren en lugar de volar y, aunque quizás tardes un poco más, tendrás otras ventajas, como no tener que ir con tanto tiempo el aeropuerto, poder moverte en el tren durante el trayecto o disfrutar todo el viaje de las vistas por la ventanilla.
Otras veces no será posible prescindir del avión… ¿o tal vez sí? Igual descubres una manera nueva de viajar que antes no habías siquiera imaginado.
De hecho, no utilizar aviones fue lo que a mí me impulsó a viajar en bicicleta en mi ruta ¡Por piñones! y verdaderamente me cautivó esa manera tan diferente de hacer un viaje.
Así que te animo a salir de tu zona de confort y probar nuevos formatos de transporte para ampliar tus opciones de viaje. ¡Ya me contarás qué efecto tienen!

¿Sueles emplear alguna otra estrategia para hacer que tu equipaje sea más sostenible y más respetuoso con el medio ambiente? ¡Compártelo! Cuéntamelo en los comentarios para que aprendamos entre todos. 😉
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