Buenas vibraciones en Chiang Mai

19 Oct 2015

Escrito por

Marta

No sé cómo lo hice pero, de tres días que pensaba estar en Chiang Mai, al final me quedé más de una semana. No fue por sus templos, ni por los miles de cursos de cualquier cosa que se pueden hacer, sino por ese ambiente especial, que no se sabe explicar bien y que hace que una ciudad sea diferente y que te sientas a gusto.

Templo en Chiang Mai

Monje de cera en Chiang MaiEn lugar de atiborrarte a templos y pagodas, a cada cual más grande y más brillante (y llenas de figuras de monjes de cera, no preguntes por qué), te dedicas a pasear, a disfrutar de ver pasar a la gente. Después te vas a un parque con un lago en medio, donde se reúnen los hippies del lugar a hacer malabares y te tomas el batido de piña recién hecho más rico que has probado en tu vida. Para continuar con la vida contemplativa, vas a un monasterio a charlar con sus monjes sobre lo humano y lo divino y acabas recibiendo una lección de cómo plantearte el día a día.

Como te pilla un domingo por medio, aprovechas y disfrutas del mercado nocturno, donde encuentras de todo, desde infinidad de comidas diferentes que no tienes tiempo de probar, a camisetas especialmente diseñadas para turistas o jabones tallados en forma de flor. Pero lo mejor es cuando decides, junto a tus dos acompañantes, un austriaco enorme que has conocido por el camino y la encantadora chica filipina con la que te alojas, que te vas a dar el primer masaje tailandés de tu vida. Y entráis los tres en una casa de masajes que está vacía pero que tiene los precios tirados (¡150 bahts, menos de 4 euros, por una hora!). Estos dos elementos juntos, barato y vacío, pueden escamar un poco, pero tu escaso presupuesto te hace decidirte rápidamente. Y la elección no podía haber sido mejor. Cierran el local solo para vosotros y os atienden tres masajistas a cada cual mejor y más simpática. Tanto que los primeros veinte minutos no eres capaz de relajarte lo más mínimo porque no paras de reír. Aunque nada que no se solucione con “la paliza” que es un masaje tailandés.

Masaje tailandés

Chiang Mai es además genial como campamento base para realizar excursiones de un día, como Doi Inthanon, el pico más alto de Tailandia, con 2565 metros. Realmente la subida puede ser un poco decepcionante, pues está lejos de ser una bonita ruta de montaña y, en su lugar, la manera de llegar es una carretera perfectamente asfaltada con una garita a la entrada del parque nacional en la que los extranjeros tienen que pagar 300 bahts. Para colmo, si el día está nublado, te quedas sin poder disfrutar de las vistas que, me han dicho, son espectaculares.

Como tienes todo esto en mente, te inventas tu propio reto para aderezar un poco las excursión: poder llegar y hacer cumbre ahorrándote los 1000 bahts que pide cualquiera de las agencias que organizan la excursión desde Chiang Mai. Es decir, ver qué tal se te da el autostop en Tailandia. No sabes muy bien si es suerte o el simple hecho de ser extranjera, pero paran muchísimos coches desde el primer momento y, tras unos 20 minutos, ¡por fin uno se dirigía a Doi Inthanon! Saltas dentro del coche y te reciben ¡siete! amigos que van a pasar unos días al parque. Con ellos vas parando en los puntos más importantes de camino a la cima, aunque ninguno habla realmente inglés, pero eso forma parte de la aventura.

Verde en Doi Inthanon

Resulta realmente chocante estar asfixiándote de calor en las calles de Chiang Mai y sólo a una hora en coche estar en un lugar totalmente húmedo, donde hace un frío que pela… Entre la lluvia, la humedad y el frío, la opción más viable que te queda es disfrutar fotografiando el musgo… Y así pasas un rato hasta que decides emprender el camino de regreso, a pie, entre campos de arroz, para ver si encuentras alguna de las cascadas que hay a lo largo del camino. Tras varias horas de bajada y ninguna catarata a la vista, que un motorista se ofrezca a llevarte de regreso al pueblo, sin ni siquiera haberlo pedido, es el mejor regalo que te puede caer del cielo para completar con éxito tu reto de ir y volver a Doi Inthanon sin pasar por las agencias de viajes. ¡Misión cumplida!

Musgo en Doi InthanonCampos de arroz en Doi Inthanon

¡Ah! Y para rematar los días en Chiang Mai, nada mejor que dar un paseo por Warorot Market, volverte loca con los precios de las telas y poner tu cabeza a maquinar…

Telas en el mercado de Warorot

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10 Comentarios

  1. Chari

    Hola Marta!!! Soy Chari de He…. me recuerdas? Nos vimos por última vez antes de tu aventura! Te deseé mucha suerte y buen viaje, y es que no puedes estar mejor! Enhorabuena!!! Es alucinante, me encanta!! Te seguiré desde Sevilla, un abrazo.

    Responder
    • Marta

      ¡Hola Chari! ¡Pero qué sorpresa que estés siguiendo el blog! 🙂 Me acuerdo de ti porque tú trabajo sigue dando unos resultados estupendos… 😉
      Algún día dedicaré un post a hablar del tema, que se complica bastante en estos países… jaja
      Un abrazo y espero seguir viéndote por aquí.

      Responder
  2. Isa

    Cada vez con más ganas de seguir tus hilos. Un fuerte abrazo amiga

    Responder
    • Marta

      ¡Son todo tuyos, Isa! Tira de ellos fuerteeee. Y relíalos con los tuyos y los de tus niños, que sepan desde chiquititos la de cosas que hay fuera. 🙂
      Un besazo.

      Responder
  3. Mar Ramos

    Observar, abrir los ojos (o cerrarlos suavemente), respirar hondo y disfrutar de las pequeñas cosas. Nos obsesionamos a veces con demasiadas cosas importantes y perdemos lo esencial. Gracias por tus aportaciones. Te seguiremos, eh?.

    Responder
    • Marta

      Parar todo por un momento, salirse y mirar desde fuera. Si lo hiciésemos, nos daríamos cuenta de muchas cosas que se nos pasan por alto. ¿Y sabes qué? Desde que comencé el viaje, sin haberlo buscado, esto me ha llegado solo… Y me enfado menos, relativizo más y soy más feliz.
      ¡Bienvenida, espero seguir viéndote por aquí! Un abrazo.

      Responder
  4. Natalia

    Esto es lo que deberia de ver y leer todo el mundo…y no tanta noticia y pamplinas…lectura y vision para reconfortar el alma y alimentar la ILUSION…cosa que tenia un poco perdida…pero que parece que el efecto mariposa me está haciendo que la recupere….y cierto es…que va a ser que el dedo de marta haciendo autostop…ha llegado a la calle avellana en forma de buenas vibraciones….
    No dejes de hacer estas crónicas por favor!…apunto cosas porque sé que a algunos de esos lugares iré.
    Besos miles.

    Responder
    • Marta

      Cuñati, ¡que esas palabras quedan muy grandes para lo poco que yo escribo! Si lo único que hago es contar lo que veo y lo que me pasa…
      Pero mira, si te sirve para tener ilusión, más me gusta escribirlo. 🙂 ¡Sólo hay que perseguir lo que se quiere! ¡¡Toda la energía del mundo para la calle Avellana!!
      Un besazo, guapa.

      Responder
  5. Luis Arias

    Hola Marta, !!!!alucinante!!!! Que maravilla de paisajes!!! Casi dos meses siguiéndote y sigo esperando con el mismo interés tus cronicas.
    Por favor no pares de mandarnos cosas. Como ya has comentado otras veces es verdad que hay gente en este lado . !!no lo olvides nunca!!
    Un beso

    Responder
    • Marta

      ¡Luis, va a parecer que te tengo contratado para que escribas estas cosas! 😀 jajaja, es broma, tú sigue, que son esos comentarios los que me animan a ponerme a escribir cada noche o a sacar la cámara para fotografiar lo que sea cuando ya estoy reventada.
      Tratar de transmitirlo todo me hace disfrutar el viaje por partida doble, así que sigo encantadísima. ¡Espero que vosotros lo sigáis disfrutando!
      Un abrazo

      Responder

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